Elegir bien el espacio y el lugar

Más allá del material en el que estén elaboradas, hay que tener en cuenta algunas consideraciones. Este habitáculo no debe estar expuesto a pleno sol y, además, tendrá que estar resguardada del agua. Y es perfectamente lógico. Solo colocándola en un lugar resguardado nuestro perro estará cómodo en ella.

Y no solo eso: también es importante que cuente con camas y cunas de perro. Si hacemos de su caseta un espacio acogedor, estaremos mejorando su bienestar.

Familiarizar a nuestro perro con el espacio

¡Comienza en adiestramiento real! Y no hay mejor punto de partida que hacer que nuestro perro conozca su caseta. Para atraerle al interior, podemos valernos de un par de ayudas. Por un lado, la correa. Por otro, nada como utilizar golosinas aptas para perros. Si te preguntas como usar los premios para perros, nunca encontrarás mejor momento que para acostumbrar a un perro a dormir en la caseta.

La idea es que los premios sirvan para llamar su atención. Pero ojo: aunque la pauta dice que tu peludo esté con la correa puesta, nada de obligarle a entrar. El hecho de que lo haga debe ser un movimiento natural que responda a su curiosidad o, incluso, a su gula.

Y nada de prisas: aquí el tiempo es un aliado. El hecho de que se acostumbre a entrar y salir de la caseta no es algo que podamos conseguir en un día. Lo ideal es que realicemos el ejercicio de enseñarle su espacio con calma y durante un periodo de tiempo. Solo así lograremos que él solo entre en el habitáculo.

Asociar sueño con su espacio, importante para acostumbrar a un perro a dormir en la caseta

Después de pasear o jugar, es habitual que los perros tengan ganas de dormir. Y, dado que son animales de rutinas, nada como dirigirle a su caseta para que comprenda que es el lugar destinado al descanso. En este paso, será importante que le tranquilices y muestres que está en un espacio seguro.

Nada como una buena dosis de mimos y palabras cariñosas para que comprenda que su caseta no es ningún inconveniente.

Colocar comedero y bebedero, el último detalle

No es nada secundario. Es más: es fundamental. Si nuestro perro tiene comida y agua a su alcance, no tendrá una ansiedad añadida al hecho de encontrarse en la caseta. Algo que puede paliar ese nerviosismo inicial, y que debemos mantener en el tiempo por más acostumbrado que esté al espacio.

Información: verdecora.es